Pedro Arrojo, presidente de la Fundación Nueva Cultura del Agua y Premio Goldman de Medio Ambiente, se siente como el protagonista del Día de la Marmota cuando le preguntan sobre la sequía. La historia se repite. Lleva años alertando del déficit hídrico al que se enfrenta España, pero siempre es igual: los políticos siguen sin actuar, pese a que hoy, Día Mundial del Agua, todos adviertan de la necesidad de proteger este recurso.
-¿Sequías graves como la actual sirven para concienciar a la población del valor del agua?
-Salvando Galicia y la cornisa cantábrica, España es un país mediterráneo en el que la sequía es parte de la normalidad. Ahora tenemos el agravante del cambio climático y los escenarios de futuro ofrecen un consenso sobre lo que nos espera: un incremento de temperaturas y de la variabilidad climática, con lo que los eventos de sequía y de grandes precipitaciones aumentarán en intensidad y frecuencia.
- Estamos advertidos, entonces.
-Sí, pero este problema no se ha incluido en nuestra planificación hidrológica. Hace años, una serie de expertos planteamos unas recomendaciones al Gobierno, pero no se ha hecho nada. Tenemos que prepararnos, pero cada vez me siento más decepcionado cuando oigo a políticos de uno y otro signo hablando del tema y luego no hacen nada. Hablan, eso sí, de que necesitamos más embalses, pero eso no sirve.
-¿Por qué?
-España es el país del mundo que tiene más infraestructuras hidráulicas por habitante y kilómetro cuadrado. Hablar en genérico de que lo que hace falta son más embalses es como regalarle un monedero a un pobre. Hacer más embalses es una idiotez y hacer trasvases es aún una gilipollez mayor.
-¿No son la solución?
-Los embalses no son la solución a la sequía. Lo que necesitamos es agua y, si no llueve, para qué sirven los embalses. Tenemos que hacernos a la idea de que los años de vacas flacas de agua tendrán que gestionarse con los buenos.
-¿De qué manera?
-Lo que no tiene ningún sentido es que por ley esté vigente, en el Plan Hidrológico Nacional, la realización de 1.200.000 hectáreas de regadío para el futuro. En un contexto de cambio climático es un suicidio, aparte de una estupidez.
-¿Y usted qué propone?
-Reducir la superficie actual de regadío en un 10 %, sobre todo en los terrenos mal drenados, en los que lo que se hace en realidad es regar subvenciones de la UE, pero no cultivos. Esta agua que no emplearíamos se reservaría para aumentar las garantías en tiempos de sequía. También habría que flexibilizar el sistema de concesiones de agua bajo control público y desarrollar un buen sistema de seguros contra la sequía.
-¿Y para Galicia?
-Lo que hay que buscar es soluciones apegadas a cada territorio y en Galicia apenas hay regadío y, aunque llueve bastante, hay pocos acuíferos. Lo primero que habría que hacer es evitar que entre un treinta y un cuarenta por ciento del agua se pierda por fugas en la red. En Holanda solo se pierde el cinco por ciento y, si ellos, lo han hecho nosotros también podemos hacerlo. Es cuestión de voluntad política. Probablemente en Galicia haya que llegar a acuerdos con las eléctricas para que, en situaciones de prealerta de sequía, dejen de turbinar y dedicar el agua al consumo. La prioridad por ley debería ser el uso urbano.
pedro arrojo presidente de la fundación nueva cultura del agua
«Galicia debería fijar por ley el uso urbano del agua como prioritario frente al eléctrico»
2.000 litros
Cantidad para producir los alimentos de una persona. Cada día hacen falta entre 2.000 y 5.000 litros de agua.
1.500 litros
Para un kilo de trigo
Para producir un kilo de trigo se necesita la utilización de 1.500 litros de agua.
15.000
Un kilo de carne
Para producir un kilo de carne de vacuno se necesitan 15.000 litros de agua.
50 litros
Agua mínima que necesita una persona para vivir
Es la cantidad que, según la OMS, necesita una persona. Cada gallego consume una media de 140 litros al día.
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